ANAGALLIS ARVENSIS - LYSIMACHIA ARVENSIS
Murajes, hierba de los pulmones, pimpinela escarlata, anagálide
Familia: PRIMULACEAE
Floración: marzo-junio
Planta herbácea de entre 5 y 30 cm. de altura. Tallos cuadrangulares, tendidos y desparramados, muy ramificados desde la base. Las hojas nacen enfrentadas, de aovadas a lanceoladas, carecen de rabillo y son lampiñas como toda la planta, con numerosos puntitos oscuros en el envés. En los encuentros de las hojas con el tallo surgen las flores, de una en una, sin formar ramillete, sostenidas por largo y delgado cabillo. Se componen de un cáliz de cinco sépalos lanceolados, agudos, y de una corola extendida a manera de rueda, poco más larga que el cáliz, con cinco lóbulos obovados. Su color puede variar entre el rojo-ladrillo-anaranjado (var. phoenicea, el mujares macho) y el azul (var. coerulea, el murajes hembra), ambas con un anillo rojizo o purpúreo en la garganta, con filamentos pelosos, cinco estambres de anteras amarillas y un pistilo. El fruto es una cápsula redondeada que se abre dejando salir las numerosas semillas.
Las flores de la pimpinela se abren cuando aparece el sol, invitando a los insectos a que la visiten, y en los días lluviosos o con nubes cierra sus pétalos. Si se abre por la mañana no lloverá y si permanece cerrada se avecina lluvia o nubes. Quizá por ello se ha dado en llamarla "meteorólogo de los pobres".
Toda la planta posee propiedades cosméticas y puede utilizarse como sustituto del jabón. Su jugo fresco, diluido en agua o en infusión, ha servido para combatir catarros, bronquitis y toses. En uso externo, la cataplasma de zumo de murajes favorece la cicatrización de las heridas. No obstante, es planta rica en saponinas, por lo que a nivel popular se descarta la utilización, por su escasa efectividad y por considerarse planta tóxica, especialmente sus semillas.
Aparece en grupos pequeños, a veces localmente abundantes; propia de terrenos alterados y tierras de cultivo, tanto de secano como de regadío. Muy común en nuestro territorio.
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